A todos y a todas, miembros de la Unión, quiero manifestarles mi inmensa gratitud por considerar de manera legítima y consensuada el que yo pueda servirle a la unión desde esta nueva etapa como su procurador. Espero que Dios, las circunstancias, mi actitud y cada uno y cada una de ustedes me permitan asumir esta responsabilidad con la mayor eficiencia y eficacia posible para el fortalecimiento democrático de nuestra unión y para tranquilidad mía.
Si hay algo que me enorgullece de esta última asamblea es el grato hecho de que todas las decisiones que allí se dieron fueron el resultado del consenso razonado y respetuoso que hace que tales decisiones revistan del máximo grado de legitimidad. Por eso hemos de denominarla y recordarla siempre como la asamblea del consenso.
Mi invitación a cada uno y cada una, es a que nos llevemos a nuestros corporativos, municipios y hogares esa maravillosa energía que allí surgió, la energía del romanticismo democrático que nos hace acudir a lo mas sublime y bello de nuestra existencia: los sentimientos, que nos generan acercamiento y confianza y la energía de la toma de decisiones a partir de los argumentos razonados, que proporcionan entera seguridad a nuestros actos y evita conflictos innecesarios y muy dañinos. A los Directivos de los Corporativos y de Unión los exhorto a que proyecten esta actitud a cada una de sus responsabilidades de tal manera que permitan con sus excelentes actuaciones que mi función como procurador de la Unión no sea enfocada al mero control sancionatorio sino al seguimiento para el meritorio reconocimiento por el deber satisfactoriamente cumplido.
Les deseo un año ucejotadiono satisfactorio en lo institucional y en lo personal.
Coodemocráticamente,
WILLIAM HERNÁNDEZ BARÓNProcurador U.C.J.D
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